Cuando murió Vincenzo
alguien ¿Sabina? dijo lo que pensábamos todos
o sea el mismo concepto que Courtney Love
expresó, décadas después, cuando murió Kurt Cobain:
lo quemaba el deseo de morir joven y de excesos
como Jimi, como Janis ¡no podía vivir un solo día más!

Está cañón decidir seguir viviendo día tras día con este deseo quemándote
que te sigue te llama, te bloquea en las autopistas y te acelera en las vueltas
revueltas existenciales desfibrilando suicidios poco convencidos, hijos de la cruda.
Y muchos muchos más, casi todos cedieron al llamado de Rimbaud, del escuadrón de la muerte.
¿Cómo seguir arrastrándote? ¿con cual derecho, con cual cara de bronce?
Culpable de haber aceptado a la vida, la rabia de haber fracasado en la misión del kamikaze
culpable de que el mundo siga, y su injusticia, y sus sentados amores de operetta
sus charlas que se las lleva el viento, aquel viento que parece tan frío.
 

 

Rodolfo de Matteis, el Bardo Rodol
Real de Catorce, México, a 20 de febrero de 2014