LA PLANTA MARCIANA

     

 

La  planta marciana está ahí en el rojo barranco.


Crece del polvo rojo y seco, sola, en el medio de la nada, en donde no tiene absolutamente que estar. Y parece mirarme con sus flores espinaos, y parece suplicarme con sus ramas tendidas hacía mí. Es increíble! lo tengo que reportar a la nave madre que da vuelta alrededor del planeta rojo así que lo pueda comunicar a la Tierra ¡que raro que en este barranco no funcione la radio! ¡Soy el primero hombre a caminar sobre Marte! Ok con mi compañera, que va explorando el mismo barranco ¿dónde se fue? ¿porqué la radio no puede comunicarse ni con ella? Algo está raro en este barranco! En cualquier caso aún si somos dos las primeras personas sobre Marte ¡yo soy el primero que descubre la Vida extraterrestre! Voy a sacarle una foto: Click


¡Horror! En la pantalla de la cámara no aparece la planta marciana sino que se ve Dadiva, la otra astronauta, que grita ¡una máscara de miedo! con sus ojos que me miran demasiado abiertos, con sus brazos tendidos hacía mi que me suplican… Y ahí en frente de mi está la planta silente y sola. Llamo a mi compañera pero nadie contesta en la radio ¡no! tomo otra foto y ¡ahí viene Dadiva! Cambió algo en su postura sus manos se tocan la cara que grita.

 

 

 

Miro a la planta y el viento marciano movió sus ramas que ahora tocan sus flores. Y el viento marciano crea un sonido que el micrófono externo de mi tuta me pasa en los audífonos, y gime el viento y es como un canto de sirenas y ¡oigo llamar mi nombre! el viento dice ven, aquí estoy bien, ¡bien como nunca!


Corro como loco con todo y tuta espacial ¡ya! corro pasos de gigante en la baja gravedad marciana ¡ya me voy de este maldito barranco! voy a pedir ayuda a la nave madre, pero no puedo arriesgar de perder el lugar donde crece la planta… mejor tomarme una foto aquí con estas rocas de forma rara que se puedan reconocer después, e indicar con mi mano la dirección donde se encuentra la planta, ok aquí pongo la cámara en su trébedes… presiono el botón que dispara fotos en automático.

 

 

 


 

Cuando la segunda expedición a Marte fue a averiguar lo que pasó con la primera, encontró el barranco lleno de miles de plantas de la misma especie. Cuando encontraron en el medio de la jungla de plantas una cámara en cima a un trébedes en su memoria había las fotos de l@s astronautas de la primera expedición, que gritaban. Y cuando l@s exploradores, que no pudieron encontrar los cuerpos de sus predecesores decidieron de tomar unas fotos de las plantas… casi no podían creer en sus ojos en ver ninguna planta en las pantallas si no que miles de niños gritando.

Y la tercera expedición años después encontró el valle lleno de dos especie de plantas. 

Nadie vino más sobre Marte ya que desapareció aún la tercera expedición, ningún ojo humano puede ver las tres especies de plantas florecidas que ahora cubren el planeta y ningún oído humano puede oír el viento cantar con las voces de millones de niños que gritan…

¿o ríen?

 

 

 

[Rodolfo de Matteis, a 17 de abríl de 2010]