DESATINO SIN CONTROL
Todos se volvieron únicos, y sospechosos
Cualquier cambio se le parecía peligroso
En el final de los tiempos, en la orilla de la civilización
Un agua fría un aire frío un abismo en los sueños
¿y que?
Que las hojas caigan y los ángeles vuelen
y en el ritmo de las sacudidas de las cachetadas
suenen sus trompetas apocalípticas
sus tambores desgarrados percutiéndolos con sus vergas paradas
Real de catorce, a 12 2 2012