Lo que voy a darle es aceptarla, y
mirarla en sus ojos de mujer.
Lo que voy a darle es escucharla, así sin prisa de contestar
sin que sepa yo siempre lo que sea mejor para ella.
Lo que voy a darle es mi belleza, mi poesía, mi amor
la suavidad de mis manos cuando la rozan por el atardecer
y la fuerza de mis manos cuando la necesite y goza que la agarre.
Lo que voy a darle es cooperación y silencio, y ausencia del
tiempo.
Aún si lo que voy a darle probablemente serán
escalofríos
y mis royos y mis molestias intentaré que sean menos cada
día.
Lo que voy a darle es la confianza que yo seré siempre ahí
en cualquier infierno o paraíso se vaya a meter
en las nieblas o en la luz dorada, delicadamente a su lado
encarando con ella el terrible desafío de nuestra libertad.
Real de
Catorce, a 19 de abril 2007